Hace mucho tiempo había querido una mascota en casa, siento que nos brindan alegría y traen un ambiente diferente y agradable. También nos vuelven personas responsables y perseverantes en varios sentidos. Con tan solo 3 meses de haber llegado a casa, Lamby ha cambiado mi vida; así es, mi pequeño cachorro french de 6 meses, es un pequeño caramelo que agrega dulzura a mi día.
Estoy segura que sin saberlo, me ha dado tantas lecciones que deberíamos aprender y aplicar en cada día. Me gustaría compartir 5 de ellas contigo, esta vez hablare sobre 2 de ellas y en la próxima publicación me gustaría compartir la segunda parte.
1. Despertar con alegría. ¿Se cansará de mover tanto la cola?- pregunto mi madre. Todas las mañanas es el primero en despertar en casa, luego de estirarse activa su cola en señal de felicidad, cuando es posible entra a mi habitación y sube a mi cama para intentar despertarme eso me hace sonreír siempre. Al ver su positivismo me hace pensar que sí cambiáramos la manera en que despertamos afectaría en buena forma a las personas que nos rodean y además tendríamos días más felices.
2. Perdonar es Olvidar. El último fin de semana, salí a correr por la mañana, claro, no podía faltar que fuera mi cachorro, es un poco juguetón, para evitar que corriera por donde no debía, le coloque su correa, así que llevábamos un mismo ritmo al correr, en una parte de la calle había una pequeña tarima de cemento, lo bastante baja para que lamby saltara y corriera por sobre ella, mientras corríamos junto a la banqueta, lamby pego un brinco y al cometí el error de jalar la correa así que entre su fuerza y la mía se dio una vuelta y cayó al suelo, al instante lo abrace y aunque no estoy segura si entendía mis palabras le dije algo como: «lo lamento, no fue mi intención lastimarte», sin embargo en ningún momento lloró o me hizo sentir culpable simplemente siguió moviendo su cola y mostrándome su cariño. Todos hemos lastimado y más de alguien nos lastimará en la vida. debemos aprender a perdonar a los demás. Perdonar es olvidar, cuando decidimos perdonar a una persona, enterramos ese pasado, esa herida y renovamos una relación. Si fuéramos más como un pequeño cachorro, seríamos mejores personas.
¡JÓVENES EN AMÉRICA! 